1. Seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me sentiré más alegre que nunca. No me lamentaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala. Jn. 14:27,15:33.
2. Si me sucede algo que me desagrada, no me mortificaré ni me lamentare. Agradeceré a Dios que haya sucedido porque así se puso a prueba mi voluntad de ser feliz. Ro. 3:25. Hoy seré dueño de mis nervios, de mis sentimientos, de mis impulsos. Para triunfar tengo que tener dominio de mí mismo, y este solo lo da Jesucristo.
3. Trabajaré alegremente, con entusiasmo y pasión. Haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Comprobaré mis pequeños triunfos. No pensaré en los fracasos. Fr. 24:10.
4. Seré agradable. No criticaré a nadie. Si comienzo a criticar a una persona, cambiaré la crítica por elogios. Toda persona tiene sus defectos y sus virtudes. Olvidaré los defectos y concentraré mi atención en las virtudes. Hoy evitaré las conversaciones y discusiones desagradables, Stg. 3.
5. Voy a eliminar dos plagas: la prisa y la indecisión. Hoy viviré con calma, con paciencia; porgue la prisa es el enemigo de una vida feliz y triunfante. No permitiré que la prisa me acose, ni que la Impaciencia me abrume. Hoy tendré confianza en mí mismo. Hoy le haré frente a todos los problemas con decisión y valentía y no dejaré ninguno para mañana.
6. No tendré miedo. Actuaré valientemente. El futuro me pertenece. Hoy tendré confianza en que Dios ayuda a los que luchan y trabajan. Jos. 1:9.
7. No envidiaré a los que tienen más dinero, más belleza o más salud que yo. Contaré mis bienes y no mis males. Compararé mi vida con la de otros que sufren más. Job. 5:2; 1 Cor. 13:4.
8. Trataré de resolver los problemas de hoy. El futuro se resuelve a sí mismo. El destino pertenece a los que luchan. Hoy tendré un programa que realizar. Si algo se me queda sin hacer, no me desesperaré lo haré mañana.
9. No pensaré en el pasado. No guardaré rencor a nadie. Practicaré la Ley del Perdón. Asumiré mis responsabilidades y no echaré la culpa de mis problemas a otras personas. Hoy comprobaré que Dios me ama y me premia con su amor. Ro. 12:9, 10, 17,18, 20, 21.
10. Haré un bien a alguien. ¿A quién?… Buscaré a alguna persona para hacerlo, sin que lo descubra. Seré cortés y generoso. Trataré de pagar el mal con el bien. Al llegarla noche comprobaré que Dios me premió con un día de plena facilidad. Y mañana haré otro día como el de hoy. Mt. 6:3,4
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